Quien no quita el dedo del renglón es Alejandro Rojas Díaz Durán. Insiste en que MORENA -así lo dice él-, lleve a cabo la reposición de la convocatoria para la candidatura a la gubernatura de Tamaulipas.

Es decir, que se realice otro proceso para seleccionar un nuevo precandidato, pero en esto no está solo MORENA, sino también se tiene que involucra al Partido del Trabajo (PT) y el del Verde Ecologista de México (PVEM).

Se trata de una coalición, de una alianza, de algo que deben de decidir -si se llevara a cabo-, los tres institutos políticos. No es un tema exclusivo del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA)

En fin, Díaz Durán sigue en su postura, pero, qué es lo que podría provocar con ello, ya que, al insistir con esto no solo afecta al candidato de la alianza, sino también al partido que dice querer tanto, sí, a MORENA.

Y precisamente al echar un vistazo a los estatutos del partido, nos enteramos que en su CAPÍTULO SEXTO, denominado: De la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, se señala en su artículo 53 varias faltas sancionables.

Por ejemplo, en su incido “h” se indica que son sancionables: La comisión de actos contrarios a la normatividad de MORENA durante los procesos electorales internos.

Asimismo, en el “i”, que también es sancionable: Las demás conductas que contravengan las disposiciones legales y estatutarias que rigen la vida interna de MORENA.

En este sentido, esto nos hace pensar que la conducta que ha adoptado Díaz Durán podría ser motivo de una sanción, ya que está cometiendo “actos contrarios a la normatividad de MORENA durante los procesos electorales internos”.

Es la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia la que determinaría el o los castigos en contra de quien viole los estatutos de MORENA, sanción que se enmarcan en el artículo 64 del mismo CAPITULO SEXTO.

Y entre las penas se encuentran, desde una amonestación pública o privada, la suspensión de derechos partidarios, así como la cancelación del registro en el Padrón de Protagonistas del Cambio Verdadero de MORENA, entre otras.

Es decir, a Díaz Durán se le podría abrir un proceso o expediente si algún militante lo solicita, pero también, se podría considerar el caso como de oficio y ante ello, ser juzgado y sancionado.

Y es que, como lo mencionamos en un principio, el senador suplente insiste en su postura y habla y habla en contra del precandidato de Morena, por lo que, como un pez, podría morir por su boca…¿cómo la ven?.

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