Elude Luis Eduardo Monroy Caballero la acción de la justicia

*Ingresa de manera ilegal a la comparecencia y se escapa por las escalares contra incendios

Por Ignacio Morales

Ciudad de México.- El ladrón de siete suelas, Luis Eduardo Monroy Caballero, se salió con la suya al presentarse a rendir su declaración ante la Fiscalía General de Justicia de esta ciudad, ya que pesan en su contra acusaciones de robo y abuso de confianza y para evitar los interrogatorios de la Policía de Investigación (PDI) entró por la entrada de personal y le dio 500 pesos al vigilante para que lo dejara pasar.
En todo momento el ahora imputado, se negó a declarar pues su principal temor, era que le notificaran ahí mismo otros citatorios, ya que son decenas las personas estafadas por el hamponcete llamado Luis Eduardo Monroy Caballero, quien enfrenta cargos por robo y abuso de confianza.
Por cierto, el vigilante, por dicha acción fue dado de baja, pues fue captado cuando recibía el billete de 500 pesos, pago que ya había sido acordado presuntamente con la abogada del ladronzuelo quien fue identificada como Jaqueline Ballesteros para que lo dejara pasar por esa entrada exclusiva para empleados de la Fiscalía.

El imputado Luis Eduardo Monroy Caballero eludió la acción de la justicia al ingresar a la Fiscalía General de Justicia por la puerta para empleados.

Con un cubrebocas en color negro, vistiendo pantalón negro y camisa azul fue como llegó a la Fiscalía General de Justicia ubicada en la calle Digna Ochoa y Plácido, esquina con Doctor Lavista en la colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc, mejor conocido en el argot policiaco como El Búnker.
Los secretarios se mostraron sorprendidos, pues luego de más de 9 citatorios el hamponcete Monroy Caballero se presentó a rendir su declaración en torno a las acusaciones que pesan en su contra por los delitos de robo y abuso de confianza por varios millones de pesos.

La abogada Jaqueline Ballesteros utilizó argucias legaloides para que su cliente Luis Eduardo Monroy Caballero pasara desapercibido.

Monroy Caballero se hizo acompañar de la abogada Jaqueline Ballesteros quien en todo momento lo asesoró para que se acogiera al Artículo 20 constitucional, así es que el secretario le leyó las acusaciones y lo único que dijo es que presentaría su declaración por escrito.
“Es todo lo que tengo que decir” y solicitó que le sacaran copias a su comparecencia para firmarlas y como ya tenía prisa, pues su temor era ser objeto de algún interrogatorio por parte de elementos de la PDI que le siguen los pasos de cerca.
Monroy Caballero firmó las hojas que le proporcionó el secretario con un garabato y al ser cotejadas las firmas, ninguna coincidía y ahora analizan si el ladronzuelo falsificó su firma o la hizo a las carreras con tal de salir de dicha oficina, para evitar ser atrapado por los representantes de la justicia.

Los garabatos de Luis Monroy fueron cotejados y no coinciden con los documentos oficiales.

Con la misma prisa que llegó se retiró, pero ya lo estaban esperando a las afueras de la Fiscalía y Luis Eduardo Monroy Caballero, se hizo ojo de hormiga, hay quienes aseguran que lo vieron treparse a unas escaleras contra incendios para salir por la parte de atrás de El Búnker.
Varios agentes de la PDI intentaron seguirlo, pero no lograron darle alcance y lo único que vieron, fue salir a la abogada Jaqueline Ballesteros quien manejaba un automóvil BMW en color blanco de reciente modelo, cuyo valor supera el millón de pesos.

A bordo de este lujoso auto BMW la abogada se retiró de la Fiscalía no sin antes poner a salvó a su cliente Luis Monroy.

“La abogada de Luis Eduardo Monroy Caballero es carera, es de la que cobra bastante elevados sus servicios, así es que el inculpado debe de tener suficiente dinero guardadito para contratar a esa litigante”, dijo el agente de la PDI.
Con lo que Monroy Caballero se ha robado y el apoyo de su esposa y socia Susana Viramontes Serna se han convertido en prominentes empresarios y presumen en las redes sociales ser emprendedores de varios negocios en la Ciudad de México y en Morelos.

Los modernos Bonnie and Clyde, así se le conoce al matrimonio de los Monroy Viramontes.

Los Monroy Viramontes, también conocidos como los modernos Bonnie and Clyde, pues pasaron de ser inquilinos o arrendatarios a dueños y socios de los siguientes negocios: lujoso departamento en Arboleda número 5468 carretera México-Toluca en El Yaqui, perteneciente a Cuajimalpa de Morelos en la Ciudad de México.
En el pueblito turístico de Tepoztlán los Monroy presumen tener un Hostal con renta de cabañas, kipies, y un lujoso restaurante bar llamado Fungi y está ubicado en la calle Revolución de 1910 número 49 en Tepoztlán, Morelos, donde era muy común verlo caminar y pasearse, pero lleva meses sin ser visto en dicho lugar, según los informes de la PDI de aquel Estado.
Además, tienen otro bar llamado Fungi, ubicado en la avenida Tamaulipas número 224 en la colonia Hipódromo, en la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México a donde acudía principalmente los fines de semana.
Cerca del Fungi Bar tienen un hotel al que ellos llaman Hostal Fungi o la Casa Rosada y está ubicada en la calle Fernando Montes de Oca número 72 en la colonia Condesa también perteneciente a la alcaldía Cuauhtémoc que es una de las zonas más caras y exclusivas en la Ciudad de México.

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