Entérate de la vertiginosa carrera delictiva de Luis Monroy Caballero

*El ladronzuelo paso de usar cinturones de 2 por 100 pesos a usar y presumir cinturones de la marca Louis Vuitton, pero no solo eso, también calzaba los zapatos de esa misma línea que tienen un costo en el mercado de más de 25 mil pesos.

*Además, posee un lujoso automóvil eléctrico de la marca Infiniti valuado en más de 2 millones de pesos, dos restaurantes bar y un hostal en la Ciudad de México, mientras que en Tepoztlán se dice propietario de un hotel con cabañas y un bar.

Por Ignacio Morales
Ciudad de México 30 Sep.-Agentes del Departamento de la Policía Investigadora (DPI) se dijeron sorprendidos por la meteórica carrera del ladronzuelo de siete suelas, Luis Eduardo Monroy Caballero, quien enfrenta en la Ciudad de México carpetas por el delito de robo en calidad de imputado, pues paso de ser un fallido candidato a diputado, un adinerado emprendedor a un vulgar hamponcete.
Como aprendiz de delincuente en sus inicios intentó hacerse de dinero fácil metiéndose a la política y buscó una diputación por el Estado de Coahuila por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el año del 2006.


Fue en ese ambiente de la política donde conoció las malas mañas de hacerse de dinero mal habido e incursionó en la política sin éxito y años más tarde buscó ser diputado federal, pues supo que en ese ambiente había mucho dinero fácil con los llamados moches y la corrupción que estaba en su máximo apogeo con los gobiernos panistas.
Pero los votos no lo favorecieron y Luis Eduardo Monroy Caballero tuvo que emigrar, pues su intentona de hacerse millonario no le funcionó y por ello se vio en la necesidad de salir de su querida Torreón, Coahuila, donde terminó muy “chamuscado” y prácticamente en calidad de apestado.


En las elecciones para elegir presidente de la república en el año 2012 Luis Eduardo Monroy Caballero fue nombrado representante de la candidata Josefina Vázquez Mota para el Estado de Coahuila, pero tampoco le salieron las cuentas y su candidata perdió y con ello se fueron sus aspiraciones de llegar a una diputación federal.
Los informes del Departamento de la Policía Investigadora (DPI) que le siguen la huella al hamponcete tuvieron que recurrir a sus homólogos de Coahuila, porque de la noche a la mañana Monroy Caballero se hizo ojo de hormiga al abandonar todas sus guaridas que tenía en la Ciudad de México, luego de enterarse de que era seguido de cerca de la DPI, ya que enfrenta varias carpetas por el delito de robo.


Cabe señalar que los exvecinos de Luis Eduardo señalan que llegó a instalarse en un departamento la calle Veracruz en la colonia Roma, con una mano por delante y otra por atrás, pues no tenía ni carro, ni dinero, pero le gustó ese sector para cometer sus tropelías, pues sintió que en dicha zona podría estafar a los incautos que no le conocían.
Monroy Caballero era muy dado a frecuentar los bares y discotecas (antros) de la Roma, Polanco y Condesa, poco a poco fue relacionándose con la clase media alta, pero su objetivo siempre fue la estafa y el robo. Y de no tener ni donde dormir de la noche a la mañana su vida dio un giro de 180 grados.
Luis Eduardo contaba con fama de ser actor de Televisa o al menos eso presumía en sus redes sociales y con las nuevas amistades que conocía, además se decía licenciado en derecho profesión que nunca ejerció y Dirección General de Profesiones no aparece con ninguna carrera terminada y nadie se explica cómo fue que el aprendiz de ladrón ya tenía más de cuatro domicilios en los sectores más exclusivos y caros de la Ciudad de México.
Pero realmente su vida cambió cuando conoció a la que ahora es su esposa Susana Viramontes Serna, quien presume ser una exitosa emprendedora, pero en realidad se dedicaba a los bienes raíces, rentaba y vendía departamentos de terceras personas y ella se llevaba la comisión o bien subarrendaba las propiedades para ella rentarlas a un mayor precio.


Y fue así como ambos personajes comenzaron a soñar que el mundo era de ellos y que podían hacer lo que quisieran, siempre estafando o embaucando y robando a quienes les ofrecieron su sincera amistad.
Fue la misma Susana y su hermana Edna Monroy Caballero quienes le sugirieron que hiciera cambios en su vida y se dejara el pelo más largo y se hiciera un corte al estilo de Palazuelos, esto con la finalidad de causar mayor impacto entre sus futuras víctimas, muchas de ellas adineradas y otras no tanto.
Susana y Luis Eduardo unieron sus vidas en plena pandemia en febrero del 2021 en Tulum en uno de los hoteles más exclusivos de ese paradisiaco lugar y de la noche a la mañana la parejita de ladronzuelos, ya tenían hoteles, hostales y bares en varios sectores de la ciudad sobre todo en los sectores de la clase media alta y alta, pero ninguno de ellos esta registrado a su nombre y presumen ser socios de esos negocios.
Uno de los agentes de la DPI que pidió su anonimato destacó que Luis Eduardo Monroy Caballero, rentaba departamentos en los lugares más exclusivos de la Ciudad de México, pero solo lo hacía por periodos cortos de máximo 6 meses, pues siempre que estaban a punto de echarle el guante a este ladronzuelo de siete suelas lograba escabullirse.
“Nos dimos a la tarea de buscar en el Registro Público de la Propiedad que propiedades están a nombre de Luis Eduardo Monroy Caballero y Susana Viramontes Serna, pero cual fue la sorpresa que no tienen ninguna propiedad a su nombre y utilizan a un tal Francisco “Fric” Martínez como su principal prestanombres y con quien tienen invertidos millones”, denunció el elemento de la DPI.


El presunto imputado Monroy Caballero pasó de usar cinturones de 2 por 100 pesos a unos de Louis Vuitton cuyo precio en la página oficial de ese diseñador ronda en los 15 mil pesos, pero no solo eso también usaba zapatos de la misma línea cuyos precios superan los 25 mil pesos.
En unos cuantos meses los Monroy Viramontes se dieron enormes lujos y adquirieron ropas elegantes y sobre todo costosas. Y se dieron el lujo de adquirir un automóvil eléctrico de la marca Infiniti en color plata el cual usaban para apantallar a sus futuras víctimas y hasta se dio el lujo de contratar a un guarura para que se lo manejara.
Con esa vestimenta lujosa al estilo narco del norte del país engañaron a sus víctimas que hoy en día se la pasan en las agencias del ministerio público, en las comandancias policiacas, en busca de recuperar el dinero que les fue abusado por los Monroy Viramontes.
Hoy en día son innumerables los negocios que poseen los Monroy Viramontes, pues pasaron de ser inquilinos o arrendatarios a dueños y socios de los siguientes negocios: lujoso departamento en Arboleda número 5468 carretera México-Toluca en El Yaqui, perteneciente a Cuajimalpa de Morelos en la Ciudad de México.
En el pueblito turístico de Tepoztlán los Monroy presumen tener un Hostal con renta de cabañas, kipies, y un lujoso restaurante bar llamado Fungi y está ubicado en la calle Revolución de 1910 número 49 en Tepoztlán en Morelos, donde era muy común verlo caminar y pasearse, pero lleva meses sin ser visto en el lugar, según los informes de la DPI de aquel Estado.
Además, tienen otro bar llamado Fungi ubicado en la avenida Tamaulipas número 224 en la colonia Hipódromo, en la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México a donde acudía principalmente los fines de semana.
Cerca del Fungi Bar tienen un hotel al que ellos llaman Hostal Fungi o la Casa Rosada y está ubicada en la calle Fernando Montes de Oca número 72 en la colonia Condesa también en la alcaldía Cuauhtémoc una de las zonas más caras en la Ciudad de México.

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